Todos sabemos que el agua del mar
es muy salada.
Los océanos y mares se formaron
por el agua lluvia, y también por el vapor de agua de los volcanes.
El agua lluvia y el vapor de agua
son insípidos, no saben a nada. Pero al mar llegan los ríos, que transportan
sales disueltas en sus aguas. Como la sal no se evapora, se acumulan en el mar
grandes cantidades de sales, que dan al agua marina su intenso sabor salado.
El
agua del mar, por tanto, no es agua pura, sino que está mezclado con sales. Esta
mezcla transparente y homogénea, que no se distingue del agua pura hasta que se
degusta, se llama disolución.
Es por esa razón que el agua del
es siempre es salda, ya que siempre los ríos transporta grandes cantidades de
agua y en ella va el mineral como lo es la sal.
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